
Cuando tenía 3 o 4 años, era muy lista, eso dice mi padre.....¡Vamos........!Que para decirlo él ya tenía que ser verdad, él lo cuenta como anecdota: me leía cuentos y yo que por supuesto no sabía leer, reunía a mis amiguitos y se los leía tal cual, haciendo las comas, puntos y pausas igual que el me los había leído, buena memoria jajaja. Pues la perdí toda........Según cuentan mis padres y mis tios era muy coqueta, mimosita y caprichosa y creo que bastante mentirosilla. Hoy se diría que era una niña con imaginación, pero entonces no era así, eras Mentirosa y ese calificativo te va marcando, yo pienso hoy que un niño con 4 ó 5 años, efectivamente no es mentiroso, ve las cosas a su manera, algunas las inventa, pero eso no es mentir. Mentimos los adultos....
En el colegio nunca destaqué por nada especial, de hecho era flacuchilla, con el pelo rizado, desinquieta, por consiguiente con dificultad para si algo no era lo suficientemente interesante, concentrarme. Mi colegio de monjas, las Dominícas, al principio estaban en la calle Consistorio en La Laguna y me llevaba el micro a casa, creo recordar que el chófer se llamaba D. Antonio y siempre iba con nosostros la Madre Rosario, uffffffffff que monja. Cuando llegabamos por la mañana teníamos que besarle un lado del hábito y si te pesacaba haciendo alguna pequeña ruindad daba unos pellizcones en los brazos, se hizo famosa por ellos. Teníamos despues a la Madre Nieves, esa era muy buena gente, ayudaba en las misas y era la que vendía rosarios y esas chucherías, su hermana la Madre Reyes también era muy "cabrona"; en aquella época en los colegios se repartía leche de celgan en unas botellititas a la hora del recreo, pues mi amiga Celina y yo ni cortas ni perezosa nos cogimos dos para cada una y alguna "querida compañera" se lo chivó a la madre Reyes, pues nos metió en una clase y nos dió una tunda en las manos y la cabeza con el compás..... ¿Se acuerdan del compás grande de madera, para la pizarra?
Mi paso por el Colegio no fue muy divertido por lo menos cuando era muy niña, ya de adolescente lo pasé un poco mejor. Siempre intentaba imitar a las empollonas, que eran muy admiradas, incluso una vez para destacar robé una guitarra. Las dejaban siempre en la sala de música y yo siempre había querido tener una, pues un día pasaba con alguna niña por allí y me dijo, mira que guitarra tan bonita, y le espeté "es mia", la cogí y salí con ella del colegio, en el micro a mi casa. Cuando llegé, no estaba mi madre y no sabía que hacer con ella, le dije que me la habían prestado (en esta época ya era mentirosa, ahí ya era más mayor como de 11 o 12 años). Al día siguiente, la madre Rosario cuando salió a repartir con el micro paró en casa y se lo contó a mi madre.....
Me dio una paliza tan grande, que la recuerdo todavía y me encerró en el garaje hasta que llegó mi padre, que me dió la que faltaba, estuve hinchada tres o cuatro días sin poder ir al colegio, y limpiando persianas, los suelos de rodillas y todo lo que ella no quería hacer.
Por fin me compraron la guitarra, para que se pensase que fue un equívoco.....Nunca aprendí a tocar bien.
Y hoy prefiero dejarlo ya porque este episodio siempre me altera un poco.........