Día 6 de Febrero del año 2010, treinta y cinco años después nos reencontramos, algunas nos habíamos visto anteriormente, otras a pesar de vivir en los mismos sitios no nos habíamos vuelto a ver. Comida muy especial, besos, risas, no te hubiese reconocido, miradas furtivas a ver cómo nos conservabamos, muchos recuerdos, gente que no vino porque no pudo, y la típica que no viene porque es una reunión de cincuentonas, como si ellas se hubiesen quedado en los quince.
Para mi fue un día inolvidable, muy feliz, dónde hubo gente que me apetecía mucho ver y de la cual no me gustaría volver a perder el contacto, aunque todo el mundo no está dispuesto a que se retome la amistad, es una pena. Encontré a compañeras muy bien tanto físicamente como emocionalmente a otras no tanto, pero todas tuvieron mi palabra de ánimo, de que bien te veo, de que guapa estás, de aquí tienes mi teléfono para lo que quieras, pero ni una, ni una me dijo a mi algo similar, esto me ha hecho pensar, que sigo siendo igual de tonta que hace 35 años y que ya no voy a cambiar nunca, ellas tampoco.
Para mi fue un día inolvidable, muy feliz, dónde hubo gente que me apetecía mucho ver y de la cual no me gustaría volver a perder el contacto, aunque todo el mundo no está dispuesto a que se retome la amistad, es una pena. Encontré a compañeras muy bien tanto físicamente como emocionalmente a otras no tanto, pero todas tuvieron mi palabra de ánimo, de que bien te veo, de que guapa estás, de aquí tienes mi teléfono para lo que quieras, pero ni una, ni una me dijo a mi algo similar, esto me ha hecho pensar, que sigo siendo igual de tonta que hace 35 años y que ya no voy a cambiar nunca, ellas tampoco.